El favor para mi hermana

21/06/2020
Era verano y mi hermana quiso hacer un viaje con su esposo, un viaje de esos dónde se supone van a revivir la pasión, o eso me dijo, así que solo me pidió un favor, cuidar al hijo de mi cuñado, ya que vive con ellos, no ví por qué no, ya que solo sería por una semana, el terminaba la secundaria, por ese entonces yo tenía 29 años y mi sobrino 18. Resulta que mi marido se encontraba de viaje por negocios y coincidió con el viaje en crucero de mi hermana, por lo que Ángel quien técnicamente sería mi "sobrino" se quedó unos días en mi casa.

Así comenzó todo, si bien Ángel era un adolescente, ya estaba formado como hombre. Era el mes de julio y el calor de las noches me obligaba a vestir ligera, por lo que no usaba sujetador, solo una tanga y un camisón casi transparente.

A pesar de mi edad me conservaba bien, gracias al ejercicio diario y una dieta equilibrada, siempre he sido de tetas grandes; pero bien formadas. Bien cada noche a la hora de la cena Ángel me miraba insistentemente, pues ya ligera de ropa se notaba más.

Podía ver su cara llena de excitación mirando mi cuerpo, yo ya estaba muy caliente, pues pude ver la erección de mi sobrino a través de su pantalón a tope, su verga era enorme, eso me puso muy caliente, tan es así que decidí tomar un baño, era cerca de la una de la mañana y nos dispusimos subir a dormir.

Me adelante por la escalera para permitirle a Ángel observar mis piernas y el movimiento de mis caderas. Pude notar como su enorme miembro quería escapar de su pantalón, entre al baño dispuesta a tomar una ducha. El calor era insoportable y mi calentura por Ángel también.

Las gotas de agua solo me provocaron más calentura, salí del baño decidida a seducir a mi sobrino. Rápidamente me puse un babydoll negro y zapatillas de tacón alto. Entre a su habitación con el pretexto de cerciorarme que tuviera sábanas en su cama.

Estando en su habitación y recostado en la cama, maliciosamente deje caer una toalla que estaba a la mano para inclinarme ofreciéndole a mi sobrino la vista de mi coño y mis nalgas duras y bien formadas, de inmediato noté su reacción, la lujuria en su rostro era evidente.

Después de provocarlo, estaba lista para follar con mi sobrino. Ya sin más fui a mi habitación y estando ahí le mandé un WhatsApp a Ángel, a pesar de que estábamos en la misma casa, me pareció divertido que le escribiera. Yo sin ningún pudor ya le mande una foto de espaldas, dejando ver parte de mi culo.

Sabía que eso lo iba a volver loco, y en respuesta a mi mensaje, Ángel me mandó una foto de su verga bien dura y grande, sin más le mandé un mensaje diciéndole que me gustaría ver ese tesoro más de cerca, de inmediato entró a mi habitación.

Yo estaba completamente desnuda, y solo con zapatillas de tacón alto. Sobre la cama abrí las piernas de par en par y le dije a Ángel, goza mi coño es tuyo toda la noche.

Ángel saltó como un toro en celo sobre mí, sin más preámbulo metió su verga en mi y comenzó a darme una joda fenomenal, sus embestidas y la lujuria en sus ojos me excitaron como nunca.

Comenzamos a joder con todo, cambiamos de posición ahora de perrito, de un solo golpe tomó mis caderas y sumió su verga en mi panocha completamente mojada de excitación. Comenzó a joderme muy fuerte diciéndome que era su puta, su perra, eso me volvió loca.

Mi marido nunca me ha dicho esas cosas, y en efecto me excitaba muchísimo, que me dijera que era su puta, eso provocó que moviera mi culo con furia, los dos al mismo tiempo jodiendo con todo!.

Ángel me avisó su venida y de inmediato lo saque para que aguantara, pues mi coño estaba hambriento de verga y no quería que se viniera todavía, me puse de rodillas frente a él y comencé a morder con ternura su cabezota, era un pene fuerte y grande con una cabeza deliciosa.

Llegó la hora de mi culo. Sexo anal con mi sobrino, Nuevamente tomó fuerzas mi sobrino y me puso con el culo bien empinado en el filo de la cama, para mi sorpresa apuntó su cabezota en mi ano.

Yo no me pude zafar pues me tomó con fuerza y de un empujón me hizo gritar de dolor, me metió toda su verga en mi chiquito, provocando un grito de dolor.

Él sabía que me dolía pues su verga era enorme, comenzó a joder muy fuerte mi culo, me estaba dando una culeada maravillosa y a la vez dolorosa.

Sentía como sus huevos golpeaban mis nalgas con fuerza, aumentó el ritmo y me dijo: tía te voy a llenar de leche tu chiquito, de pronto sentí los chorros de esperma caliente llenando mi culo. Él lo disfrutaba muchísimo..

Paramos un momento y posteriormente comencé a mamar aquella verga enorme. Con cada mamada sentía como crecía en mi boca, él me tomó del cabello y comenzó a joderme por la boca. Su verga llegaba hasta mi garganta, y la excitación de que terminara en mi boca me volvía loca.

De pronto llegaron los chorros de semen que con gusto trague, volviendo loco a mi sobrino, así pasamos todos las noches de esa semana de junio, cogiendo como locos..