Mi Experiencia Sexual, Parte I

30/06/2020
Desde muy pequeña el sexo me llamo mucho la atención.. Espiaba a mis padres , que eran muy activos sexualmente , escuchándolos a través de la puerta, me excitaba de sobremanera escuchar a mi madre gemir cuando mi padre la penetraba, estaba deseando perder mi virginidad de una buena vez y comenzar a disfrutar mi sexualidad; No pasó mucho tiempo, cuando a los 15 años un vecino de mi edad, fue el afortunado de arrebatarme mi preciada virginidad. Por su inexperiencia, no fue un encuentro muy placentero o largo como había soñado y visto montones de veces, fue algo rápido, a escondidas, pero en fin ya eso me abrió las puertas de un mundo de posibilidades.

La naturaleza y herencia de mi madre, me dotó con un físico muy atractivo, Siempre me destaque por el resto de mis compañeras de ser la más tetona del curso. Me considero atractiva, tez blanca , nariz fina , tengo un buen culo , acinturada y siempre he tratado de ser muy sensual.. Tuve algunos encuentros con chicos de mi edad, pero nada importante, hasta que un tipo de 22 años me sacó de la disco (yo tenía 16) , me llevó a un motel y recién ahí comencé a disfrutar el sexo como loca. Desde ahí que me fije siempre en hombres mayores, más experimentados.. Me gusta follar cómodamente, no en un auto o en la casa de ellos donde en cualquier momento podía llegar alguno de sus padres, no a mí me gustaba follar cómodamente, como debe ser. Por lo mismo centré mi atención en hombres mayores, que tuviesen lugar donde follar, con más experiencia, que me dieran un buen encuentro sexual y hasta a veces obtener algún regalo de parte de ellos.

Me di cuenta que era un imán para los hombres mayores y que al ser atractiva, sensual, y tan caliente, podía obtener muchos beneficios con mi cuerpo, Salí del colegio, me fui a un instituto, ya que de la universidad ni hablar, pero perdí el año ya que nunca iba a clases, luego me inscribieron en otro, paso lo mismo. Mis padres ya se aburrieron conmigo y me dijeron que ya no podían darme estudios y que si o si, tendría que ponerme a trabajar. Estaba algo acorralada, tenía 20 años, tuve que acceder más a sus peticiones, como hacer el aseo en la casa etc, cosa que tampoco era lo mío. Hasta que llegó el cumpleaños de la abuela y obvio, me obligaron a ir..

Mis abuelos tienen un muy buen pasar. Mi abuelo tiene varios negocios donde le va muy bien. Nunca fui apegados a ellos incluso sentía algo de repulsión por mi abuelo, que a pesar de ser su nieta, yo notaba que siempre me miraba las tetas más de la cuenta. Es más, haciendo recuerdos, me acuerdo que cuando yo tenía 13 años, el viejo degenerado me sentaba en su falda y ahora que estoy grande me di cuenta que lo que sentía bajo mi culo, seguramente era la verga del viejo cochino... Llegamos salude a todos y entre esos a mi abuelo. De inmediato sentí su mirada sobre mis tetas ( bueno que me encanta mostrar lo que la naturaleza me entrego, no lo culpo ), pero no le di importancia y así transcurrió el almuerzo, junto a mis otros tíos y primos.

Estábamos en el patio de su gran casa, cuando mi abuelo acercándose a mis padres me coje de la cintura y le comenta a mi padre lo hermosa que estaba su nieta. Yo me reí nada más, tratando de no demostrar el rechazo hacia mi abuelo. Sin embargo, en el transcurrir de la tarde, admirando el flamante auto de mi abuelo, algo se me vino a la mente: Si yo estaba buscando trabajo y mi abuelo tenía tantos negocios, era muy factible que me pudiese acomodar en alguno y siendo su nieta, podría obtener algún beneficio de la situación.

Espere que mi abuelo estuviese lejos de todos, cuando entró a su casa, lo seguí. Entró al baño y cuando salió me acerque y le dije si podía conversar con él. El de inmediato me dijo que si y me hizo pasar a su estudio, cerrando la puerta. Nuevamente me dijo lo bonita que yo estaba y otros piropos, hasta que me pregunto que necesitaba. Le conté que mi padre ya no me pagaba los estudios, que tampoco me interesaba estudiar, pero sí que me gustaría conseguir trabajo y que si dentro de sus empresas, no podría encontrarme un puesto para mí. Mientras yo le hablaba, mi abuelo me miraba de arriba abajo desnudándome con la mirada. Esa tarde yo andaba con una minifalda muy corta y como siempre con una blusa muy ajustada que mostraba mis generosas tetas. Mi abuelo por más que trataba de mirarme a los ojos se le iba la mirada hacia mis pechos y yo al contrario de otras veces, los hacía resaltar más aún... Se acerca a mí, me toma la mano y me dice que no tenía ningún problema, que el lunes me acercara a su oficina y que algo me buscaría, dándome un fuerte abrazo, más largo que la cuenta quizás.

Llegue el lunes a su oficina, pregunte por él y de inmediato me hicieron a pasar a su oficina en el 3º piso. Una secretaria muy atractiva me acompañó hasta la oficina de mi abuelo, donde esté leía despreocupadamente el diario. Me saludo con un fuerte abrazo, luego de conversar un rato, llamo a una mujer para que me enseñara lo que ahí tenía que hacer. Poco a poco fui aprendiendo, me gustaba lo que hacía, aparte que mi abuelo siempre me sacaba de la oficina, me hacía acompañarlo a visitar clientes, almorzar etc. Claro que tenía que aguantar que me tocara las piernas cuando íbamos en el auto, que me abrazara, que me acariciaba el cabello etc.

Se notaba que yo le gustaba al degenerado de mi abuelo, se quedaba pegado mirándome con mi ajustado vestido de trabajo y cuando se ponía detrás mío mientras yo escribía, sentía que su mirada se perdía en mis tetas, mientras me acariciaba el cabello, o cuando subíamos por el ascensor, me tomaba de la cintura, uno se da cuenta cuando esos gestos son de cariño o buscan algo más, en el caso de mi abuelo, no eran de cariño.

Continuará...